A causa de un malentendido dos amigos dejaron de dirigirse la palabra y no volvieron a verse más. Al cabo de un año uno le envía una carta al otro:
"Anoche tuve un sueño, nos abrazábamos con los ojos cerrados y tu me dijiste, - Estás más flaco-. Yo te contesté, -Tu también te sientes más delgada-. Ambos sonreimos. ...en mi sueño nuestros egos no estaban presentes."
No hay comentarios:
Publicar un comentario