miércoles, 16 de septiembre de 2009

CD Meditación Y Mantra


Con gran emoción les presento el nuevo CD Meditación Y Mantra, tres meditaciones sencillas para restaurar paz, alegría y quietud mental. Disponible aquí, cualquier pregunta que tengan no duden en contactarme vía email: info@jeffreycrespo.com


Acerca de la Meditación.

La mente es el lente mediante el cual experimentamos tanto el mundo que nos rodea como el mundo interior. Debido a que puede causar aflicción así como brindar alivio, es importante que aprendamos a cultivar una mente que albergue alegría, claridad y bienestar.

Las practicas de meditación hacen precisamente esto, calman turbulencias mentales y revelan una silenciosa paz y dicha interior. En el proceso sustentan sentimientos de aceptación propia y proporcionan momentos de tranquilidad para restablecer la confianza y la seguridad.

Las tres meditaciones en este CD provienen de la tradición yóguica, forman una introducción completa a la práctica de meditación y cualquiera de ellas puede ser utilizada para una rutina diaria. Son la puerta para el descubrimiento interior, una vía para el proceso de encontrarte contigo mismo, y una vez abierta, esa puerta conduce inevitablemente a la inconmesurable plenitud del Ser.

Es para mi un placer y un honor poderles servir nuevamente con enseñanzas milenarias que nos ayudan a vivir una vida más plena y satisfactoria, sé que las disfrutarán muchísimo.

Gracias.

jueves, 30 de julio de 2009

El Bien Anónimo


El anonimato es la herramienta mística que disuelve todo interés personal y permite la autenticidad de un acto generoso libre de apegos. Cuando hacemos un bien sin buscar reconocimiento o gratificación nuestra obra se vuelve sagrada, es decir pasamos de lo personal a lo impersonal o universal. Y de esta manera permitimos que se exprese a través de nosotros la esencia de la divinidad, la benevolencia sin mérito.

Por esa misma razón es que en los últimos tiempos – digo últimos porque esto va a empezar a cambiar, vamos a ver cada vez más obras anónimas - el atributo anónimo no ha gozado de un puesto distintivo entre los valores de nuestra sociedad, ni es favorecido con regularidad entre las prácticas cívicas de sus miembros. En las escuelas no se hace mención de su cualidad iniciática como una de las vías más poderosas para entrar en comunión con la inteligencia suprema, sino que se define meramente como un concepto literario que trata de explicar una obra de autor desconocido sin ni siquiera aludir a la fuente inagotable de creatividad de donde todo proviene y a donde todo regresa. Tampoco se asignan ejercicios a los estudiantes para desarrollar esta virtud tan bien conocida por los adeptos y discípulos de la ley divina que yace en el corazón de todos los hombres y mujeres. Por el contrario, se enfatiza el culto al individuo.

Desde pequeños hasta adultos nuestros esfuerzos apuntan hacia una misma busqueda fomentados por la escuela, la familia y la sociedad, alcanzar y lograr la distinción de nuestro nombre mediante nuestras acciones, obras y servicios. A veces esa lucha por el reconocimiento pareciera ser la fuerza motriz que nos anima a actuar, lo cual conduce inevitablemente a la mediocridad – si no me ven para que lo voy a hacer -. Ese “ven” puede representar ya sea una compensación monetaria, un halago que enaltece la personalidad, o una obligación impuesta, y se refleja en nuestra conducta y disposición. Conduce a la mediocridad puesto que la premisia mental es siempre obtener algún resultado o ganancia -¿Cuál es el beneficio para mi?-.

Esta busqueda constante de un bien personal aumenta nuestro monólogo interno y, limita nuestra espontaniedad y bondad. Una vez escuché a un maestro decir, "la vida fluye como un poema, no como un negocio".

Esta forma de conducirnos, llenos de interés y expectativas, afecta todas las areas de nuestra vida. Desde tener la iniciativa de recoger una basura del suelo que no es de uno y ponerla en su sitio, hasta practicar sentarnos en silencio, quietos y a solas por media hora cada día sin esperar que Buda nos evite sufrimientos inecesarios en la próxima vida, o que los dioses nos honren con algún milagro o poder psíquico a cambio de nuestro esfuerzo.

El culto al nombre es el valor ilusorio más alto que la civilización moderna otorga a quienes buscan encontrarse en un espejo. De niño si eres buen estudiante, es decir, si aceptas ideas locas sin questionarlas y te comportas como un robot ciego, sordo, mudo y tonto, entonces te nombran delegado de la clase, o te hacen presidente de todo un grado, cosa que te alienta a seguir alimentando tu nombre por medio demostraciones vanidosas ante el mundo. Como te premiaron de pequeño, ahora de adulto sigues buscando una recompensa o un reconocimiento por cualquier cosa que haces. Esto evita que madures  mental, emocional, física, y sexualmente. Todo está bien mientras obtienes lo que quieres, pero el día que no consigues el resultado deseado pataleas, lloras, te quejas, te deprimes o entristeces. 

Así avanzamos por la vida poniendo nuestro nombre por delante de nosotros, con todos sus emblemas, insignias, y títulos colgando de cada una de sus letras a modo de cuelga ropas, y por debajo de todo ese follaje, nuestra esencia tímida y desconocida.

En el fondo este despliegue de créditos y honores no es más que la busqueda incesante de la aprobación, que viene a raíz de creernos los hacedores. De ahí el terrible miedo a la crítica. Si nos atribuimos todo lo que hacemos, pues desde luego resulta casi inevitable temer ser criticados puesto que nos ponemos en tela de juicio. -Temo ser criticado por miedo a que me juzguen. Me da miedo que me juzguen porque al final temo ser rechazado-

En última instancia lo que más queremos y deseamos es que los demás nos acepten, nos vean y nos valoren con un respeto genuino hacia quienes somos, no por lo que hacemos o dejamos de hacer. Ahora bien, todo esto es reversible, todo tiene solución, esta cadena de inseguridad egocéntrica vestida de elogios puede sanarse.


- “Encomiéndate a la bondad sin mérito y tus huellas florecerán y tus pasos serán guiados”. Anónimo.

Si empiezas a obrar con la noción de que estas operando a partir de una fuerza interna superior a tí mismo y, te pones al servicio de éste poder para facilitar su expresión y desarrollo, entregándote confiadamente a su dictamen, pasas poco a poco de ser exclusivamente el protagonista de tu vida a jugar también el papel de espectador imparcial. Te vuelves el testigo de tu propia vida y permites que a través de tus ojos el universo se observe a sí mismo, observe su propia belleza. Brindas tus manos para que por medio de ellas la conciencia actúe sobre si misma, convirtiendo en oro todo lo que tocas y acaricie todo lo que rozas. Te haces conciencia desde la conciencia y para la conciencia, y eres movido por ella y sólo por ella.

Desde ese momento dejas de lado el énfasis exagerado e idílico de tu nombre y
la importancia que le das al lugar que éste ocupa tanto en la familia como en la sociedad. Te liberas del sufrimiento perpetuo que acompaña al nombre, y lo limpias de toda superficialidad y falsedad, haciéndote inmune a los valores efímeros del insulto y la dignidad, la perdida y la ganacia, el éxito y el fracaso, la fama y el olvido, el premio y el castigo, la aceptación y el rechazo, la reputación y el desprestigio. Cesas de identificarte y definirte y, sabes que en ti eres, sin adjetivos ni características, impermanente y eterno; sin mérito.

Ejercicios prácticos para desarrollar nuestro ser anónimo:

  • No comentes el bien que haces con los demás.
  • Si ves algún indigente durmiendo en la calle introduce, sin que se de cuenta, un billete de alto valor en su bolsillo o pónselo en la mano. Sonríe, eres un angel anónimo.
  • Si eres asalariado en una compañía y, gracias a tu ingenio resuelven un gran problema que traía a todos estresados desde hacía varios días, no te adjudiques el mérito, compártelo.
  • Si eres artista, no firmes todas tus obras, en especial las que más te gusten.
  • Si eres escritor o reportero, envía una columna de interés popular para ser publicado a tu periódico local o a algún boltín informativo online sin nombre.
  • Si alguien en tu círculo de amistades expresa una de tus ideas como si fuese suya, regálasela. No te la acredites, más vendrán. Eres creatividad inagotable.
  • Evita decir “te lo dije” en tus conversaciones.
  • Cuando vayas a una fiesta o a un evento en donde nadie te conoce, preséntate con otro nombre.
  • Una vez al mes elige un fin de semana y, durante esos dos días no te mires en un espejo, ni busques tu imagen reflejada en ningún vidrio o ventana. Transita invisible por la ciudad. Se el observador imparcial, libre de jucio y de toda crítica.
  • Una vez a la semana ayuda sin pedir nada a cambio, y no te des crédito por ello ni aceptes que te lo den.
  • No te compares, sal de la mente competitiva. Eleva tus acciones del ámbito competitivo al reino creativo, dando gracias por todas las ideas maravillosas que te utilizan diariamente para lograr todo en tu vida y realizarte. Empieza a sentir que a través de ti se hacen las cosas y que no necesariamente eres tu quien las hace, sino que en ti hay una fuerza mucho mayor a ti mismo buscando expresión y desarrollo mediante tus pensamientos, palabras y acciones. Confía, no dudes.
  • Medita, descansa el ego mental. Abraza el silencio receptivo interior en donde el ser mental es reducido a la posición de testigo, y siente el Poder que reside en ti. Presencia el contacto íntimo de tu ser con la Fuerza primordial y ábrete a ésta. Mantente inmovil y ecuánime, y observa el sosiego de tu alma, siente tu voluntad hacerse una con la voluntad de tu alma, la Voluntad divina. Permite que esta Fuerza haga su obra a través de ti, guiando tu propósito, tu visión y tu acción en el mundo, haciendo de tu mente, tu cuerpo, tu corazón, tu sexo y tu vida su instrumento.
Así sea.


miércoles, 17 de junio de 2009

Sueños

Mira hacia delante, de frente, ante ti.
¿Ves tus sueños?

Así es.
Siempre están ahí.

No tengas miedo.
Se trata de una ilusión
lo que impide que los alcances.

El obstáculo no es real.
Tu lo creas. Por lo tanto,
tu lo puedes disolver.

¿Cómo?
Te lo diré.

Avanzando!

No te quedes inmovil
contemplando el obstáculo.

Camina sin perder de vista
tu sueño. Confía.

No trates de resolver el obstáculo.
Fija tu mirada en el objetivo.

El obstáculo desaparece ante la acción.
Tán sólo existe ante la inmovilidad
del temor.

Recupera la seguridad en tí.

Haz algo que te traiga al presente.

El obstáculo radica en el pasado o
en el futuro, más no en el presente.

Por eso es importante que para
lograr tus sueños te mantengas en el aquí y ahora.

El presente es libre de obstáculos, enfermedades y temores.

Repito.
Haz algo que te traiga al presente ahora mismo.

Cómo qué? Te daré unos ejemplos,
luego incorpora los tuyos propios.

Sal a caminar.

Visualiza una meta en el horizonte,
por ejemplo una palmera.

Recoge una flor en el camino.

Observa la sombra que da el Sol
a la hora precisa en la que te
encuentras en este momento.

Pon tus manos frente a ti
mientras caminas, y mira
como se deslizan contra
el pavimento a medida que avanzas.

Ahora mira hacia abajo.
Ve tus pies sin dejar de caminar.

Y nota que eres tú
quien camina.

Y son tus pies los
que te llevan con cada paso
hacia adelante.

Ellos no ven el obstáculo.
El obstáculo está en ti, no en el camino.

Sigue observando tus pies mientras caminas.
Ellos son fuertes y están determinados
a llevarte a donde tu los apuntes.

Ahora sin parar,
mira hacia arriba.

Levanta la cabeza hacia el cielo
y continúa andando.

¿Te das cuenta de cómo avanzas en la inmensidad?

Así és,
tu te desplazas y avanzas a voluntad.

Si te detienes verás que no te mueves.

La palmera que inicialmente
estaba a leguas de distancia,
quedó atrás cuando le pasaste por al lado.

Estás recorriendo el camino, y ese camino es tu gran Maestro.

Nuestros sueños no deben ser una meta final, sino una forma de vivir. Una vía que elegimos deliberadamente recorrer. El objetivo no es poseerlos sino crearlos, llevarlos a cabo y luego ofrecerlos a Dios y a la humanidad.

El goce más grande de la vida es ponernos al servicio de los demás a través de la realización de nuestros sueños.

La magia de un sueño no se vive algún día, sino que aparece, brota y florece a tu alrededor en el mismo instante en que decides realizarlo.

Avanza confiadamente hacia ellos y en ellos, con alegría y placer sabiendo que cada paso te lleva a ser más útil a los demás. Hasta que de pronto, al igual que la palmera que parecía distante en la lejanía, los alcanzas uno por uno. Y luego compártelos agradecido y hazte conciente que lo hermoso de un sueño no es el objeto en sí, sino su realización junto a todos los viajeros que vas conociendo en el camino, a quienes ayudas y quienes te ayudan a vivir cada uno de tus sueños día a día.

Y así,
alzando la cabeza, con una nueva mirada en el horizonte
ves otro sueño, y ésta vez seguro de tí mismo y con una sonrisa, miras a tus pies y les dices: Hacia allá vamos amigos, en marcha!”.




lunes, 1 de junio de 2009

Fitness Espiritual

Indiferentemente de la tradición espiritual que sigas o de la religión con la que te identificas, rezar antes de iniciar tu meditación es una gran manera de preparar la mente y el cuerpo para estar quietos durante el transcurso de esta. ¿Cómo orar y a quién va dirigida la oración?

Sencillo, va dirigida a vuestro Dios interior, y es más apropiado hacerlo con aires de agradecimiento que en tono de súplica.


El saludo a tu Dios interior debe ser sincero y dulce, realizado con modesta alegría y con la plena confianza de que te escucha. La oración más sencilla y eficáz que hay es ¡Ayúdame!. Ayúdame a meditar, ayúdame a hacer más sincera mi práctica, ayúdame a ser útil a los demás, ayúdame a aprender, ayúdame a ser consciente de tu presencia en mi. Pide que se despierte en ti y que tengas suficiente conciencia como para notar su prescencia y no dudes. Confía en que te va a ayudar y a guiar durante tu meditación, pide que te enseñe a respirar y a tranquilizarte. En el momento en que pides ayuda a tu plenitud interior ya estás siendo ayudado. Se fuerte y una vez que te sientes a meditar determina que nada ni nadie va a interrumpir tu práctica. Pide la fuerza de voluntad necesaria para llevar a cabo tu determinación y te será dada. Tu Dios interior es tu aliado y sabe de lo que careces antes de que lo puedas pronunciar; hazte fuerte.

En tu oración puedes pedir fuerza interna para mantenerte fiel a tu decisión de meditar.

Solemos ir al gimnasio para fortalecer nuestro cuerpo físico, alcanzamos gran volumen de masa muscular en los brazos, piernas y pechos, y gran firmeza en los gluteos y abdomen, pero internamente somos débiles. Seguimos cometiendo los mismos errores una y otra vez. Nuestra devoción es inestable, nuestra fé cambiable, y nuestra confianza en la providencia va y viene dependiendo de las circumstancias. La desconfianza a los procesos de la vida y el miedo al cambio nos invade a toda hora, cuando mucho somos fisicamente saludables, mentalmente confundidos y espiritualmente débiles. Es por ello que meditar es imprescindible en nuestras vidas.

La meditación es el gimnasio espiritual en donde nos hacemos fuertes internamente. Es a través de la meditación que la mente se aclara y se aquieta y desarrollamos nuestra fuerza interior, y la oración antes de meditar es la preparación que equivale al calentamiento y al estiramiento antes de hacer ejercicios o practicar algún deporte.

Muchas veces nos sentimos fuertes porque podemos levantar varias libras de metal o trotar por varias millas. Más en vista de la muerte, el peso de su presencia nos paraliza y no podemos dar ni un paso hacia ella. Y es tán solo ante ella que podremos vivir a plenitud, debemos ser valientes y darle la cara a la muerte para empezar a vivir, de lo contrario estaremos simplemente sobreviviendo mas no viviendo.

La meditación nos hace consciente de la muerte, nos va transformando y nuestro yo antiguo lleno de paradigmas va muriendo y empieza a aparecer nuestra esencia. Nuestro yo verdadero y eterno se hace cada vez más presente en nuestra vida a medida que meditamos con regularidad y constancia, y es así que podemos apreciar más nuestros dias y disfrutar de la vida.

Todas las pesas y caminadoras del mundo no nos alistarán para hacerle frente a la perdida de un familiar o de un amigo, ni tampoco para el cambio inesperado de un proyecto importante o para la perdida de un empleo o a una separación conyugal. Más el silencio, el desapego y la ausencia de juzgar constantemente que ganamos a través de la meditación, nos brinda un vehículo con el cual comprender y asimilar mejor el proceso de transformación y nuestra relación tanto con las cosas que nos rodéan como con nosotros mismos.

Es cierto que estar en buena condición física es indispensable para nuestra salud mental y emocional, el cuerpo es el punto de entrada para toda práctica espiritual, por eso sigamos yendo al gimnasio y cuidando nuestro cuerpo por medio de dietas saludables y ejercicios que nos mantengan flexibles, ágiles y fuertes. Más no obstante, si queremos gozar de una vida plena, no podemos obviar ni desatender las necesidades del espíritu, debemos hacernos fuertes tanto por dentro como por fuera para vivir un óptimo estado de salud integral. En nuestra realización no podemos tener una y descuidar la otra.

Meditar es el remedio ancestral que heredamos de los sabios maestros, hombres y mujeres, que han pasado por esta vida. Son abundantes las historias en distintas culturas que hablan de tiempos en donde humanos, dioses y semidioses habitaban el mundo y en donde la sabiduría eterna era alcanzada por medio de la meditación. Meditar es la prescripción celestial y la mejor terapia para aliviar y curar el sufrimiento mental, emocional y regular el sistema nervioso. Las dolencias físicas y no físicas, la angustia, el miedo, el estrés, las obsesiones, la ansiedad y la ignorancia, todos pueden ser efectivamente tratados a través de la meditación.

Estas historias ya sea que las creamos o no, reflejan la voz del sub-consciente colectivo de nuestra especie y de toda la creación. Son la voz del inconsciente universal transmitida a través de los tiempos y que mantiene viva las enseñanzas de las grandes almas acerca de la condición humana y de la existencia en este planeta. Las historias sagradas, leyendas, cuentos iniciáticos y parábolas encierran, despojadas de interpretaciones parciales, el patrimonio de nuestra humanidad, y se hallan todas recolectadas en un mismo libro, el único libro que importa leer. El libro en donde están escritas todas las respuestas y soluciones a cada una de tus preguntas e incógnitas, y al cual solo tienes acceso por medio de la meditación.

Es meditando que podemos abrir y leer las páginas sagradas que guardamos en el corazón. Nuestro interior es el libro más antiguo y sabio del mundo. Contenida en sus páginas doradas está toda la información que necesitamos para vivir nuestra vida en prosperidad, abundancia, paz, alegría, salud y armonía. Éste libro se abre ante nosotros para brindarnos su conocimiento cuando tranquilizamos la mente y el cuerpo, y nos susurra su verdad cuando guardamos silencio, revelándonos el propósito de nuestra alma ante la llama del saber primordial.

Practicando fitness espiritual es como fortalecemos nuestra voluntad, nuestra convicción y determinación, nuestro poder de desición, nuestra facultad creativa, nuestra seguridad y confianza, nuestro poder de intuición, y nuestra capacidad de acertar y disernir. Entreguémonos a la melodía silenciosa que todo lo sana y rindámonos a nuestro Dios interior, la inteligencia divina que reside en nosotros para que nos lleve por el camino de nuestra realización, el camino de la paz interior.

Elevemos nuestra conciencia por medio de la meditación, e invoquemos nuestra esencia a través de la oración, aceptando tanta sabiduría como nos sea posible asimilar cada día para reconocer y darle mejor uso a todas las habilidades, talentos, virtudes y dones con que nacimos. Acercándonos asi cada vez más a esa chispa inagotable de vitalidad y creatividad que todos llevamos por dentro.

Renuncia a ser víctima de una mente agitada. Tu puedes!

Medita y entrégate por completo a tu yo superior. Suelta las ideas preconcebidas que tienes de tí mismo y brota sin definición emergiendo desde tu centro. Desarrolla una postura comoda y firme al sentarte. Cultiva una estabilidad interna por medio de regular la calidad de tu respiración. Toma posesión de tus pensamientos y dirige tu atención a un sutíl enfoque interior, a la silenciosa presencia de tu propio Ser. Descansa tus emociones y vive la plenitud que está en ti. Siéntela en cada átomo de tu cuerpo, en cada celula, en tu sangre, en el tejido muscular, en tus vísceras, en cada poro de tu piel, en tu mente, en tu garganta, en tu sexo. Siente esta plenitud penetrar, impregnar y llenar los recónditos más profundos de tu totalidad, disuélvete en su corriente y fluye con ella y en ella. Eres paz, eres bienestar, eres dicha, eres música, vive tu gloria, vívete!

lunes, 25 de mayo de 2009

Terapia Poética



El siguiente artículo es una terapia poética, diseñada para despertar el poder sanador en ti. Emplea imágenes y sensaciones utilizadas por distintas escuelas místicas desde tiempos remotos para influir directamente y de manera positiva el inconsciente -gran almacén de poder latente -. Debe ser leído en voz alta y firmado posteriormente, aceptándolo como tuyo, y dándote permiso para sanar. Léelo tantas veces te sea necesario hasta suscitar dichas cualidades en ti.

Hoy

Vivo en el presente, el único momento que existe. Contento, alegre, y en paz en el aquí y ahora. Soy Maestro de mi vida, monje sabio y tierno, conocedor del sufrimiento humano y de como aliviarlo.

Mi respiración, mi sonrisa y mi conciencia, se encargan sin yo pedirlo de curar y disolver todo dolor y agente invasor de mi paz. Como anticuerpos ante un virus, mantienen mi centro físico, mental, creativo, emocional y espiritual en óptimo estado de salud y vida.


Agradecido por cada segundo de espontaneidad y creatividad que tengo a mi alcance a todo momento, me convierto en un mago milenario de poderes sin límite, y vivo lo nuevo por primera vez, cada vez. Creo mis dias en base a la alegría.

Mi fe es inquebrantable, y mi perdón infinito.

Muero y revivo a cada instante, todos los dias. Sin asociación ni comparación, realizo mis experiencias como únicas. Sin referencias, soy libre.

Riego con luz mis emociones negativas y, como flores ante el sol, se abren transformando la rabia en comprensión, el resentimiento en aceptación, el odio en compasión, los celos en seguridad, el miedo en confianza y la angustia en valentía.

Mi mente es como una lago quieto que refleja el brillo de la luna llena. Y cada  distracción es apenas una suave brisa que agita su superficie, como una piedra que se deja caer sobre sus aguas produciendo momentaneamente pequeñas olas, que siempre desaparecen, volviendo una y otra vez al estado natural de calma y tranquilidad. En la transparencia del agua veo mi propia belleza, mi capacidad y mis talentos.

Soy eterno, soy poesía, soy amor. Despierto en mi el poder de sanarme, soy sanación, mi nombre es gracias y mi idioma es servir.

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Firma.