Así como hay
varios senderos que uno puede escoger para subir una montaña, también hay una
variedad de técnicas de meditación, distintas en apariencia entre si. Sin
embargo, todas tienen la misma meta –lograr un estado interior de
concentración, calma y serenidad.
Cualquier práctica que te ayude a alcanzar esto es beneficiosa. Existen
muchas técnicas válidas, por lo que en realidad no hay diferencia entre un tipo
de meditación auténtica y otra, siempre y cuando tengan como meta asistirte en
alcanzar estabilidad y quietud interior y, enfoque.
A veces nos
enganchamos en comparar métodos de meditación, o en discutir cual tradición o
maestro es el mejor. Los maestros sinceros de meditación reconocen y respetan
el aspecto universal de la meditación, y no alimentan, ni promueven una
distinción egotista o de culto acerca de sus técnicas. Meditar es una forma
beneficiosa y fructífera de explorar y desentrañar sistemáticamente las
dimensiones internas de la vida, a todo nivel. Es una práctica valiosa y
positiva, siempre y cuando el maestro no se torne ególatra y trate de proclamar
un estilo de meditación como suyo propio, o insistir que su técnica es
superior.
Desafortunadamente
muchos estudiantes al inicio pierden tiempo precioso buscando una disciplina
meditativa auténtica, saltando de un maestro a otro, de una tradición a otra.
Luego de perder tiempo, energía y dinero, terminan frustrados y abandonan todo
esfuerzo sincero por meditar.
Comienza con un
método que hayas escogido conscientemente, y comprométete a practicarlo por un
periodo de tiempo sin interrupción. Tu práctica de meditación es una relación
contigo mismo, y no se profundizará si es interrumpida, esporádica o si cambias
de técnica a cada rato. Esto no quiere decir que el método con el cual
comienzas va a ser el mismo para el resto de tu vida, a medida que profundizas
tu relación con el aspecto invisible de tu ser, tu maestro interior te guiará
hacia el próximo paso en tu práctica. Confía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario