miércoles, 17 de junio de 2009

Sueños

Mira hacia delante, de frente, ante ti.
¿Ves tus sueños?

Así es.
Siempre están ahí.

No tengas miedo.
Se trata de una ilusión
lo que impide que los alcances.

El obstáculo no es real.
Tu lo creas. Por lo tanto,
tu lo puedes disolver.

¿Cómo?
Te lo diré.

Avanzando!

No te quedes inmovil
contemplando el obstáculo.

Camina sin perder de vista
tu sueño. Confía.

No trates de resolver el obstáculo.
Fija tu mirada en el objetivo.

El obstáculo desaparece ante la acción.
Tán sólo existe ante la inmovilidad
del temor.

Recupera la seguridad en tí.

Haz algo que te traiga al presente.

El obstáculo radica en el pasado o
en el futuro, más no en el presente.

Por eso es importante que para
lograr tus sueños te mantengas en el aquí y ahora.

El presente es libre de obstáculos, enfermedades y temores.

Repito.
Haz algo que te traiga al presente ahora mismo.

Cómo qué? Te daré unos ejemplos,
luego incorpora los tuyos propios.

Sal a caminar.

Visualiza una meta en el horizonte,
por ejemplo una palmera.

Recoge una flor en el camino.

Observa la sombra que da el Sol
a la hora precisa en la que te
encuentras en este momento.

Pon tus manos frente a ti
mientras caminas, y mira
como se deslizan contra
el pavimento a medida que avanzas.

Ahora mira hacia abajo.
Ve tus pies sin dejar de caminar.

Y nota que eres tú
quien camina.

Y son tus pies los
que te llevan con cada paso
hacia adelante.

Ellos no ven el obstáculo.
El obstáculo está en ti, no en el camino.

Sigue observando tus pies mientras caminas.
Ellos son fuertes y están determinados
a llevarte a donde tu los apuntes.

Ahora sin parar,
mira hacia arriba.

Levanta la cabeza hacia el cielo
y continúa andando.

¿Te das cuenta de cómo avanzas en la inmensidad?

Así és,
tu te desplazas y avanzas a voluntad.

Si te detienes verás que no te mueves.

La palmera que inicialmente
estaba a leguas de distancia,
quedó atrás cuando le pasaste por al lado.

Estás recorriendo el camino, y ese camino es tu gran Maestro.

Nuestros sueños no deben ser una meta final, sino una forma de vivir. Una vía que elegimos deliberadamente recorrer. El objetivo no es poseerlos sino crearlos, llevarlos a cabo y luego ofrecerlos a Dios y a la humanidad.

El goce más grande de la vida es ponernos al servicio de los demás a través de la realización de nuestros sueños.

La magia de un sueño no se vive algún día, sino que aparece, brota y florece a tu alrededor en el mismo instante en que decides realizarlo.

Avanza confiadamente hacia ellos y en ellos, con alegría y placer sabiendo que cada paso te lleva a ser más útil a los demás. Hasta que de pronto, al igual que la palmera que parecía distante en la lejanía, los alcanzas uno por uno. Y luego compártelos agradecido y hazte conciente que lo hermoso de un sueño no es el objeto en sí, sino su realización junto a todos los viajeros que vas conociendo en el camino, a quienes ayudas y quienes te ayudan a vivir cada uno de tus sueños día a día.

Y así,
alzando la cabeza, con una nueva mirada en el horizonte
ves otro sueño, y ésta vez seguro de tí mismo y con una sonrisa, miras a tus pies y les dices: Hacia allá vamos amigos, en marcha!”.




2 comentarios:

  1. ¡Qué lindo! Me gustó mucho el ejercicio que planteas, te hace ver físicamente lo que que mental y espiritualmente nos impide avanzar. Gracias,
    Un abrazo.

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  2. "My feet, is my only carriage, so I've got to push on thru, for what I'm gonna be"- bob marley
    (no woman no cry)
    Despues de leer esto mis pies se sienten como un audi RS4 listo para dejar chispas en el pavimento con 500 caballos de fuerza de fe y motivacion, Gracias de nuevo por tu bella labor my brother!

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