Para hacer u obtener cualquier cosa en tu vida primero tienes que ser, y segundo, tienes que tener
unas ganas tremendas, no un mero antojo o capricho.
Tener ganas es la fuerza y motivación más grande que hay para
impulsarnos a actuar. Ganas es la combinación de lo que deseas, quieres, piensas
y necesitas todas funcionando y ejerciendo un llamado a la misma vez, lo cual
te deja sin opción, lo haces porque sí, no tienes elección ni alternativa.
Tener ganas es una sensación de urgencia que disuelve todo
letargo, te saca de la desidia y no te permite postergar lo que has de hacer
para luego. Es el aliento de la excelencia y no se frena ante nada. Ganas es la
energía motríz que todo lo puede, es el entusiasmo primordial de la vida que
abarca el espíritu, la mente y el cuerpo.
Cuando las ganas de ir al baño aparecen nada
puede detenerte, o respondes al llamado o te haces encima! Si reprimes las
ganas te autointoxicas y puedes hasta enfermarte.
Cuando sientes ganas de ir al baño en lo único que piensas es en un inodoro,
lo que más deseas es encontrar un baño, lo único que quieres es sentarte en un
retrete, necesitas un baño ya! De lo contrario te bajas lo
pantalones donde estés sin que nada más importe, porque las ganas son mas fuerte
que cualquier otra cosa. Las ganas pueden más que cualquier pudor, o sentido de
verguenza, las ganas hacen caso omiso al que dirán.
A veces niegas el impulso y obstruyes el
flujo natural de la vida, aferrándote a lo que ya no te es útil. De está manera
en vez de soltar retienes, y cuando retienes no hay espacio para lo nuevo. Quieres saborear el suculento plato pero no te entra, no haz vaciado, limpiado
y preparado tu interior para recibirlo. ¿A qué te estás aferrando? ¿Por qué no
liberas tu antiguo yo que ya no te sirve?
- ¿Por qué no evacuas los aspectos de tu personalidad
que te mantienen al margen de saborear los exquisitos platos que la vida tiene
preparados para ti?
Si no permites que las ideas limitantes y
las creencias locas, programadas en tu inconsciente familiar, social y cultural
salgan de ti, éstas progresivamente al igual que el excremento que no se
elimina de tu cuerpo, terminarán intoxicando no solo tu sangre sino también tu
intuición, tu inspiración y tu creatividad.
Tienes una mente condicionada por los
valores que heredaste tanto de tu árbol familiar como los que te administraron
en la sociedad y en la escuela. No temas hacerle una revisión objetiva a tus
gustos, metas, valores, creencias y costumbres a fin de actualizarlos.
Recuerda que esta revisión introspectiva no
la estás haciendo con la intención de señalar o culpar a los demás por los
resultados en tu vida, sino para discriminar lo que portas en ti y asumir la
responsabilidad de tu transformación, quedándote con lo que te es útil y
eliminando lo que ya no te sirve, no importa quien te lo haya dado, de quien lo
aprendiste o de donde vino. Si no contribuye a tu
crecimiento intelectual, emocional, corporal, sexual/creativo y espiritual
entonces es desecho y, debes dejarlo ir por la cañería sin darle mucha cabeza.
Así empezarás a tener un balance entre lo
que das y lo que recibes, entre lo que entra a tu vida y lo que se va, sin
orgullo ni codicia, este es el verdadero significado de desapego.
-Recibo con agradecimiento, doy con
gracia-.
A veces nos apegamos a las cosas de en nuestra vida
en vez de al propósito de nuestra vida. A medida que vas obteniendo las cosas que
quieres debes a la vez ir acercándote más a quien eres, cuidado en quien te
conviertes en busca de lo que deseas.
Mediante las ganas y el desapego, desarrolla
y fortalece la confianza en ti mismo. Para ello necesitas enfocar tu atención
en la acción y arraigar tu alegría en lo que te motivo a actuar y no en el
resultado de tu obra. Recuerda que el mayor gozo viene a raíz de servir a los
demás, por ende tu motivación ha de ser transpersonal y desinteresada; para el
bienestar y beneficio de todos.
Fuerza tu eres, tu puedes.
Paz.
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