sábado, 3 de septiembre de 2011

Ganas y Desapego


Para hacer u obtener cualquier cosa en tu vida primero tienes que ser, y segundo, tienes que tener unas ganas tremendas, no un mero antojo o capricho.

Tener ganas es la fuerza y motivación más grande que hay para impulsarnos a actuar. Ganas es la combinación de lo que deseas, quieres, piensas y necesitas todas funcionando y ejerciendo un llamado a la misma vez, lo cual te deja sin opción, lo haces porque sí, no tienes elección ni alternativa.

Tener ganas es una sensación de urgencia que disuelve todo letargo, te saca de la desidia y no te permite postergar lo que has de hacer para luego. Es el aliento de la excelencia y no se frena ante nada. Ganas es la energía motríz que todo lo puede, es el entusiasmo primordial de la vida que abarca el espíritu, la mente y el cuerpo.

Cuando las ganas de ir al baño aparecen nada puede detenerte, o respondes al llamado o te haces encima! Si reprimes las ganas te autointoxicas y puedes hasta enfermarte.

Cuando sientes ganas de ir al baño en lo único que piensas es en un inodoro, lo que más deseas es encontrar un baño, lo único que quieres es sentarte en un retrete, necesitas un baño ya! De lo contrario te bajas lo pantalones donde estés sin que nada más importe, porque las ganas son mas fuerte que cualquier otra cosa. Las ganas pueden más que cualquier pudor, o sentido de verguenza, las ganas hacen caso omiso al que dirán.

A veces niegas el impulso y obstruyes el flujo natural de la vida, aferrándote a lo que ya no te es útil. De está manera en vez de soltar retienes, y cuando retienes no hay espacio para lo nuevo. Quieres saborear el suculento plato pero no te entra, no haz vaciado, limpiado y preparado tu interior para recibirlo. ¿A qué te estás aferrando? ¿Por qué no liberas tu antiguo yo que ya no te sirve?

- ¿Por qué no evacuas los aspectos de tu personalidad que te mantienen al margen de saborear los exquisitos platos que la vida tiene preparados para ti?

Si no permites que las ideas limitantes y las creencias locas, programadas en tu inconsciente familiar, social y cultural salgan de ti, éstas progresivamente al igual que el excremento que no se elimina de tu cuerpo, terminarán intoxicando no solo tu sangre sino también tu intuición, tu inspiración y tu creatividad.

Tienes una mente condicionada por los valores que heredaste tanto de tu árbol familiar como los que te administraron en la sociedad y en la escuela. No temas hacerle una revisión objetiva a tus gustos, metas, valores, creencias y costumbres a fin de actualizarlos.

Recuerda que esta revisión introspectiva no la estás haciendo con la intención de señalar o culpar a los demás por los resultados en tu vida, sino para discriminar lo que portas en ti y asumir la responsabilidad de tu transformación, quedándote con lo que te es útil y eliminando lo que ya no te sirve, no importa quien te lo haya dado, de quien lo aprendiste o de donde vino. Si no contribuye a tu crecimiento intelectual, emocional, corporal, sexual/creativo y espiritual entonces es desecho y, debes dejarlo ir por la cañería sin darle mucha cabeza.

Así empezarás a tener un balance entre lo que das y lo que recibes, entre lo que entra a tu vida y lo que se va, sin orgullo ni codicia, este es el verdadero significado de desapego.

-Recibo con agradecimiento, doy con gracia-.

A veces nos apegamos a las cosas de en nuestra vida en vez de al propósito de nuestra vida. A medida que vas obteniendo las cosas que quieres debes a la vez ir acercándote más a quien eres, cuidado en quien te conviertes en busca de lo que deseas.

Mediante las ganas y el desapego, desarrolla y fortalece la confianza en ti mismo. Para ello necesitas enfocar tu atención en la acción y arraigar tu alegría en lo que te motivo a actuar y no en el resultado de tu obra. Recuerda que el mayor gozo viene a raíz de servir a los demás, por ende tu motivación ha de ser transpersonal y desinteresada; para el bienestar y beneficio de todos.

Fuerza tu eres, tu puedes.  

Paz.




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